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El Pollo a la Brasa es uno de los platos más emblemáticos y populares de la gastronomía peruana. Se trata de un pollo entero o en partes, marinado con una mezcla especial de especias que incluye ajo, sal, pimienta, comino, sillao (salsa de soya), vinagre, cerveza o chicha, y hierbas aromáticas como romero u orégano. Luego, es asado lentamente en un horno rotatorio a carbón o leña, lo que le da su inconfundible sabor ahumado, piel crujiente y carne jugosa.
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La Parrilla a la Brasa es un suculento y variado platillo que celebra el sabor auténtico de las carnes asadas al fuego. Este plato se compone de diferentes cortes de carne —como bife, costillas, chorizos, pollo, corazón de res (anticucho), chuletas de cerdo y salchichas parrilleras— sazonados con sal, pimienta y especias, y cocinados lentamente sobre brasas de carbón o leña. Este método de cocción realza el sabor natural de las carnes, otorgándoles un toque ahumado irresistible y una textura jugosa por dentro y crocante por fuera.
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El Lomo Saltado es uno de los platos más representativos y sabrosos de la gastronomía peruana, fruto del mestizaje entre la cocina criolla y la influencia china-cantonesa. Se elabora con trozos de lomo de res cortados en tiras, que se saltean a fuego alto en un wok con cebolla roja, tomate, ají amarillo, ajo y un toque de sillao (salsa de soya) y vinagre, lo que le da un sabor intenso y ligeramente ahumado.